En Europa no se consigue?

Los argentinos tendemos a creer que la pésima calidad de nuestros gobernantes y su baja performance moral son exclusivo patrimonio nacional con sello de calidad IRAM. En nuestra cosmovisión, Alfonsos, Carlos y Mingos constituyen una liga del mal que nos impide ser un país desarrollado como Canadá o España.
Con leer el gran diario de hoy, nos podemos dar cuenta de que esto no es tan así. Resulta que en Italia están por elegir como Presidente del Senado al gran Giulio Andreotti. Este estadista de nivel mundial, cuenta en su legajo haber sido primer ministro en 7 oportunidades (la re-re-re-re-re-reelección), tener amplios vínculos con la mafia y el Vaticano (simultáneamente) y ser condenado por instigar al asesinato de un periodista durante los años 70. El dato de color en su historial lo aporta haber inspirado a uno de los personajes del Padrino III.
Lo envidiable de las instituciones italianas, es que en este caso el acceso de Andreotti al segundo cargo en importancia de la republica, depende del voto del senador italoargentino Luigi Pallaro (Mamma mía!!!).