Si Sarmiento los viera se hace peronista

El canal oficial de la derecha argentina (P+E) me permitió escuchar por enésima vez a López Murphy recitar un elogio de la austeridad fiscal de Carlos Pellegrini que terminaba en crítica a la política de gasto público del gobierno K.
Los liberales argentinos tiene una extraña añoranza por la Argentina del siglo XIX, lo cual los lleva ha mitificar hasta el paroxismo a la generaciones del 80 y del centenario.
En su imaginario histórico la Argentina era un gran país, con fuertes instituciones republicanas, una economía abierta e integrada al mundo y poseedora de una clase política homogénea y compuestas por estadistas con amplia visión de largo plazo. Este marco permitía una sociedad ampliamente integrada y con una dinámica social notoriamente ascendente.
Las diferentes expresiones políticas del liberalismo vernáculo (desde Manrique y el Capitán Ingeniero hasta Cavallo, Ricardo Hipólito y Macri ) han reclamado para sí dicho legado republicano. El propio Domingo Felipe utilizó las figuras de Pellegrini y Sarmiento para su campaña presidencial de 1999.
El relato viene a cuento, porque a mi entender una de las causas de los continuos fracasos electorales de la derecha argentina se debe al poco apego programático que tiene con liberalismo argentino de fines del siglo XIX y principios del XX.
Los viejos liberales constituyeron en nuestro país uno de los estado mas laicos de Latinoamérica, en cambio la derecha contemporánea es subsidiaria de todas las bulas papales respecto a temas como el divorcio, la homosexualidad, el aborto y la eutanasia.
Nada mas lejos de Sarmiento y de la ley 1420, que las torpes críticas privatistas que hacen nuestros liberales a la educación pública.
Como todos sabemos la generación del 53 y del 80 dieron un fuerte impulso al proceso migratorio. Que puede quedar para los bolivianos y peruanos si Sosbich cuestiona los candidatos neuquinos que no son criados y nacidos en la patagonia.
Como conclusión, me parece que el gran problema de los Macri, Sosbich & Cía es que hacen dogma de fe de la apertura comercial y la desregulación económica, al tiempo que toman el ideario político del liberalismo como un elemento circunstancial de siglos pasados.