Novaro, el nuevo ideólogo.

Después de muchas desafortunadas e imprecisas intervenciones Marcos Novaro rectifica su rumbo con la mejor defensa del proyecto de superpoderes que se ha leído hasta el momento. Novaro, justifica la iniciativa oficial afirmando que “en un sistema donde el poder central ha sido víctima de la presión facciosa de los gobiernos provinciales y del Senado, es razonable lo que está haciendo el Gobierno”.
Este muy buen argumento ayuda a NK a reconquistar, de cara las elecciones, jabonoso electorado citadino. El problema del peronismo ha sido (y es) incluir a la clase media dentro de la construcción imaginaria del nosotros populista. La “gente” es complicada, le gusta el welfare state pero sin leer “La razón de mi vida”. Por eso la explicación de Novaro permite articular un discurso que identifica a un enemigo común al gobierno y a la middle class. Para ganarse la simpatía de dicho sector social, el gobierno debería iniciar la campaña del nosotros, individuos libres e iguales contra las corporaciones.
Por ejemplo se puede identificar a Lavagna y Macri como los candidatos de las corporaciones políticas (UCR + Duhaldista), sindicales (Rueda y los gordos), feudales (Romero y Sosbich), empresariales (los que aumentan los precios y se quejan de llenos), militares (Pando & Cia.), eclesiásticas (Grassi, Baseotto). Si articula e identifica este combo de villanos y grupos de interés, NK puede re-enamorar a los ingratos y emancipados corazones de la clase media argentina.